"Una cierta dama" - Dorothy Parker
Puedo sonreír para ti, e inclinar mi cabeza,
y beber tus palabras rápidas con labios ávidos,
y pintar mi boca para ti con un rojo fragante,
y encontrar tu frente con las puntas de mis dedos.
Cuando enumeras lo que amas de mí,
puedo reír y maravillarme, con asombro.
Y tú ríes también, sin poder ver jamás,
las miles de pequeñas muertes que ha pasado mi corazón.
Y tú crees, tan bien que conozco mi parte,
que soy alegre como la mañana, liviana como la nieve,
y todas las cosas dentro de mi corazón
que nunca sabrás.
Puedes reír y escuchar, cuando nos encontremos,
y contarme tus historias de aventuras recientes
de damas delicadamente indiscretas,
de caricias persistentes y cosas susurradas gentilmente.
Y te complaces conmigo, y te esfuerzas de nuevo
en cantarme las sagas de tus delicias tardías.
Así es como me quieres: maravillada, alegre y sincera;
sin ver mis miradas fijas de las noches.
Y cuando, en busca de novedades, te desvías,
puedo besarte alegremente mientras avanzas,
y lo que sigue, mi amor, mientras estás lejos,
nunca lo sabrás.
(Trad.: Andrea Parmigiani)