“Elementos del dibujo" (fragmento) - John Ruskin

Mi querido lector: ya sea que este libro te sea útil o no, depende completamente del motivo de tu deseo para aprender a dibujar. Si solo deseas obtener halagos elegantes, ser capaz de conversar de una manera grácil sobre dibujar o entretenerte sin sentido en tus horas de ocio, no puedo ayudarte: pero si deseas aprender a dibujar de tal manera que puedas ser capaz de establecer, de manera clara y útilmente, registros de las cosas que no se pueden describir con palabras, ya sea para acordarte de ellas o para transmitir ideas distintas a otras personas, si deseas obtener percepciones rápidas de la belleza del mundo natural y preservar algo como la verdadera imagen de las cosas hermosas que fenecen o debes dejar; también si deseas comprender las mentes de los grandes pintores y ser capaz de apreciar de manera sincera sus obras, verlas por ti mismo y apreciarlas, no solo mediante la opinión de otras personas sobre eso, entonces puedo ayudarte o, lo que es mejor, mostrarte cómo te puedes ayudar a ti mismo.
   2. Solo debes comprender, en un primer momento, que esos poderes, aún siendo nobles y deseables, no pueden obtenerse sin sacrificio. Es mucho más fácil aprender a dibujar bien de lo que es aprender a tocar bien cualquier instrumento musical; pero lleva de tres a cuatro años de práctica, dedicándole de tres a cuatro horas por día, obtener incluso un control normal sobre las teclas de un piano; y no creas que el control maestro de tu lápiz y el conocimiento de lo que puede hacerse con él puede obtenerse sin esmero o en un período de tiempo muy breve. El tipo de dibujo que se enseña, o se supone que se enseña, en nuestras escuelas, en uno o dos trimestres, tal vez a razón de una hora de práctica a la semana, no es dibujo en absoluto. Es solo la actuación de unas pocas hábiles (no siempre eso) evoluciones sobre papel con lápiz de mina negra; inútil tanto para el actor como para el espectador, a menos que sea por vanidad, y la más pequeña vanidad posible. Si cualquier joven, después de haber aprendido lo que, en círculos educados, se llama "dibujar", intentase copiar la pieza más común de un trabajo real: supongamos una litografía en la portada de un nuevo aire de ópera o un grabado en madera en el periódico ilustrado más barato del día, se encontrarán vencidos por completo. Y aún así, esa litografía común dibujada con tiza gruesa es mucho más difícil de manejar que el lápiz de una joven con destreza hipotética; y esa xilografía dibujada con premura y medio estropeada en el corte después; y ambas hechas por personas que nadie considera artistas, o alaba su capacidad; ambas hechas por el pan diario, sin más orgullo de artista que el sentimiento artesanal y simple de la labor mediante la cual viven.

3. Por lo tanto, no pienses que puedes aprender a dibujar de manera distinta que a aprender un nuevo idioma, sin un trabajo arduo y desagradable. Pero, por otro lado, no lo hagas si no estás listo y dispuesto a pagar este precio, sin temer que quizás no puedas obtener lo que se requiere para un especial talento. Es cierto, de hecho, que las personas que tienen un particular talento para el arte, dibujan instintivamente y lo hacen casi sin aprender aunque no sin esforzarse. Es cierto, también, que un talento inferior para dibujar existe en muchos grados: le llevará a una persona mucho más tiempo que a otra obtener los mismos resultados, y los resultados, en consecuencia, obtenidos dolorosamente nunca son lo suficientemente satisfactorios que aquellos que tienen una facilidad más grande cuando las capacidades se adaptan naturalmente al estudio. Pero nunca todavía, en los experimentos que he realizado, me he encontrado, en absoluto, con una persona que no pueda aprender a dibujar; y, en general, existe un poder satisfactorio y disponible en cada uno para aprender a dibujar si se lo desea, como casi todas las personas tienen la capacidad de aprender francés, latín o aritmética en un grado decente y útil, si mucho en la vida les exige que tengan tal conocimiento.


(Trad.: Andrea Parmigiani)

 

 

 

“Exterior del Palacio Ducal" - John Ruskin