“Nunca se puede recolectar la fruta" - Edna St. Vincent Millay
Nunca, nunca se puede arrancar la fruta de las ramas
y acumularse en toneles.
Quien se alimente del amor debe hacerlo donde esté.
Aunque las ramas se doblen como juncos,
aunque la fruta madura manche el césped o se arrugue en el árbol,
quien se alimente del amor ha de hacerlo
solo lo que su apetito pueda tolerar,
nada en el delantal,
nada en los bolsillos.
Nunca, nunca se puede recolectar la fruta de las ramas
y amontonarse en toneles.
El invierno del amor es un sótano con recipientes vacíos,
en un dulce vergel en deterioro.
(Trad.: Andrea Parmigiani)
Quien se alimente del amor debe hacerlo donde esté.
Aunque las ramas se doblen como juncos,
aunque la fruta madura manche el césped o se arrugue en el árbol,
quien se alimente del amor ha de hacerlo
solo lo que su apetito pueda tolerar,
nada en el delantal,
nada en los bolsillos.
Nunca, nunca se puede recolectar la fruta de las ramas
y amontonarse en toneles.
El invierno del amor es un sótano con recipientes vacíos,
en un dulce vergel en deterioro.