Horacio sobre la poesía
"La Epístola a los Pisones, obra en la que Horacio recoge su teoría poética, no es un texto original ya que en el mismo se encuentran conceptos e ideas habituales en las retóricas, gramáticas y preceptivas de la cultura helenística alejandrina. Sin embargo tiene el gran mérito de haber agrupado muy sabiamente esos contenidos, haciéndolos accesibles, y un valor histórico importante porque es el único documento completo sobre poética que se conserva del período romano. Pero el valor de la también llamada Ars poetica no termina ahí, porque además fue la obra más significativa y más divulgada por occidente hasta que a partir del siglo XVI empezó a difundirse la Poética de Aristóteles.
Como ha señalado Rostagni (1945), en la Epístola a Augusto Horacio hace una defensa de su propia Ars poetica, ya que en ambas se critica la poesía latina antigua y se exhorta a los poetas para que eleven este arte hasta el nivel que había alcanzado en el mundo griego, tratando para ello de imitar la perfección formal que tuvo en aquella época. En las dos epístolas, además, se hace evidente el extraordinario valor de la poesía en relación con la moralidad y con la educación, lo que exige la presencia de alguien que disfrute de algún cargo público y que al mismo tiempo cuente con haberes suficientes para protegerla y potenciarla. Esto fue, precisamente, lo que hizo Mecenas, gran amigo de Horacio, al que incluso ayudó personalmente regalándole una finca en la Sabina desde donde pudo continuar su obra sin volverse a preocupar por problemas económicos.
La Epístola en la que Horacio recoge su doctrina poética estaba destinada a los Pisones, miembros de una conocida familia que decía ser descendiente del rey Numa y que pertenecía a la gens Calpurnia. Se trata de una obra compuesta en la etapa final de la vida del autor, y ha sido fechada en torno al año 13 a. C. En el texto original no se establece una división marcada que haga explícita la presencia en el mismo de distintos apartados, pero tradicionalmente se ha considerado que la Epístola a los Pisones consta de dos partes: una primera en la que Horacio da normas generales sobre la adecuación que ha de darse entre diversos elementos que forman parte del entramado poético, y una segunda en la que se ocupa de una serie de problemas planteados por la poética desde los orígenes y relativos a las causas de la poesía.
Así, en la primera parte Horacio aborda asuntos esenciales de la composición poética, como el de la coherencia, porque en su opinión la obra de arte ha de tener unidad temática y armonía en sus partes”.
Ascensión Rivas Hernández, De la poética a la teoría de la literatura, Ediciones Universidad de Salamanca, Salamanca, 2005.