"Invierno" - Andrea Parmigiani
El primer día del invierno
empezó a las 2.04 de la madrugada.
A esa hora imaginaste el
infatigable cursar de líneas imaginarias
con sentidos conceptuales
y rasgos definidos desde los tiempos primeros,
incluso cuando aun no existía
ese ritmo fijo decorando tu muñeca
como latidos de un corazón impasible.
Vuelve el invierno.
La savia se contrae.
Tus pupilas se contraen como la savia
porque la luminosidad se disuelve.
Un chocolate salva la noche
y se salva la noche del invierno.
Ahora sabés que las percepciones
se despliegan más allá
de una longitud eclíptica.
empezó a las 2.04 de la madrugada.
A esa hora imaginaste el
infatigable cursar de líneas imaginarias
con sentidos conceptuales
y rasgos definidos desde los tiempos primeros,
incluso cuando aun no existía
ese ritmo fijo decorando tu muñeca
como latidos de un corazón impasible.
Vuelve el invierno.
La savia se contrae.
Tus pupilas se contraen como la savia
porque la luminosidad se disuelve.
Un chocolate salva la noche
y se salva la noche del invierno.
Ahora sabés que las percepciones
se despliegan más allá
de una longitud eclíptica.